Castelló al mes

Restaurante Cremor. Castelló de la Plana

Restaurante Cremor

Carrer Pintor Oliet, 17, Castelló. Teléfono: 964 21 34 14 · www.restaurantecremor.es

Hoy visitamos el restaurante Cremor, uno de los clásicos de Castelló y tenemos muchas expectativas. Vamos a averiguarlo. Debe su nombre al lugar donde se quemaban los rastrojos y hollejos sobrantes de las licorerías del Paseo Morella. El restaurante Cremor es uno de esos sitios donde las cosas están hechas para durar en el tiempo, con cariño, para toda la vida, como una relación, como su forma de trabajar, el mimo y la dedicación por la profesión, dura, exigente, llena de alegrías y de retos a partes iguales.

Desde el bar Penyagolosa del abuelo en Vistabella hasta el restaurante Cremor han pasado muchas cosas y Sali nos sorprende con su personalidad, excelente como Sumillera y cercana en el trato personal. Entre secretos inconfesables nos cuenta que debería eliminar referencias de su carta, pero le resulta imposible deshacerse de sus vinos favoritos, por eso le hemos diagnosticado una enfermedad rara y fascinante: el Síndrome de Baco.

Sali y Vicent se conocieron y, con el tiempo este tomó las riendas de la cocina. Cuiner, profesional de larga experiencia, busca producto y calidad, la técnica de todas sus elaboraciones es evidente, y se distinguirse con un toque de sofisticación. Está donde debe y tiene las cualidades necesarias.

Pero primero, vamos a hojear la carta. Se divide en Sugerencias para empezar, Entrantes tradicionales, Las ensaladas, De cuchara, Pescados, Carnes y Postres. Apetece todo, nuestros jugos gástricos se alborotan con tan solo leer la carta, llena de propuestas atractivas. La verdad es que nos hemos creado grandes expectativas. Menos mal que Sali siempre sabe cómo aconsejar y para este reportaje Vicent nos han preparado algunos de sus platos más representativos.

Empezamos este reportaje con un impresionante Sashimi de Bogavante, con esferificaciones de yuzu y teriyaki, brotes de remolacha y soja, filamentos de chile, bimi, salicornia y flores frescas. Delicado y complejo, conjunto de colores, texturas y sabores. Es atrevido y muy divertido de comer, convergen muchos matices y un producto fresquísimo. ¡Menuda manera de empezar!

Continuamos con un Carpaccio de Reno con Galmesano y trufa, que impresiona por la contundencia de sus ingredientes, el intenso sabor ligeramente ahumado, un queso gallego muy personal y el aroma del oro negro de Vistabella. Sabroso y diferente, convence desde el primer al último bocado, acrecentado por el increíblemente crujiente pan de cristal. Perfecto.

Croquetón de caza sobre ensalada de frutos de temporada. En casa del cazador no podían faltar platos de caza. Estas croquetas son rústicas y grandes, acompañadas con una vinagreta de soja, manzana, granada y canónigos. Es un bocado generoso, cremoso, casi líquido, con el sabor intenso de los guisos de caza.

Seguimos con unos tallarines de sepia con alcachofas y muselina de ajos, wonton crujientes y suave chili. Finas tiras de sepia combinadas con las tiernas alcachofas, suave gratinado y salsa agridulce. Explosión de sensaciones, miscelánea de sabores conocidos y agradables contrastes.

El plato de pescado lo protagonizan unas láminas de bacalao con morcilla de Burgos y huevo escalfado, con cebolla caramelizada y huevas de salmón. Presentado en timbal, impresiona por sus formas, lo que le da un aspecto apetitoso y sofisticado.

Terminamos la cocina con un Solomillo de venado con salsa de mostaza y salteado de membrillo, manzana y foie con codonyat casolà y sal de regaliz. Carne muy tierna y sabrosa y, otra vez, complejidad en su composición que se traduce en emociones que nos transportan a algo muy parecido a la felicidad.

Normalmente llegados a este punto hacemos alguna referencia a los postres pero, por suerte, en algunas ocasiones alcanzan la importancia y sofisticación de los platos de cocina, y hoy es uno de esos días.

Sopa de arroz con leche y helado de canela. Esencia del arroz con leche, sin la presencia del arroz. Golosamente cremoso, untuoso pero ligero, canela, limón y crujiente de turrón, sabores esenciales y representativos de nuestra gastronomía, auténtica y atemporal.

Hojaldre de manzana con crema Madame y polvo de almendra. Crujiente y templado hojaldre caramelizado en contraste con la acidez de la manzana y la espumosa crema. Imprescindible.

Tarta de queso curado con caramelo. Elegante y simple, cualquier complemento podría interferir en su filosofía, sutil, intensa y cremosa. Buenísima.

Milhojas de almendra con chocolate, crema de azafrán y reducción de naranja. Este postre es diferente y con mucha personalidad, potente pero delicado, algo distinto para los clientes que buscan la sorpresa en el contraste de sabores y sí, otra vez Vicent hace su magia y logra la proporción.

Unas rocas de chocolate acompañan el momento del café: con un carajillo de Castelló, cremadet, con sus capas bien definidas y separadas e infusión de brosses del Penyagolosa.

¿Se han cumplido nuestras espectativas? La respuesta es sí. El Cremor tiene grandes argumentos a su favor y el resultado es uno de esos restaurantes en los que da gusto comer. Es, en su discreta sencillez, una fuente de inspiración, es redescubrir una y otra vez algo conocido, que nos reconforta y sorprende con su saber hacer, profesionalidad, carisma… Pero sobre todo y algo que particularmente nos agrada, es que Sali y Vicent han creado un ambiente emocional que no solo nos atrae por la calidad humana sino también por la experiencia que nos hacen vivir.

 

Carta de vinos

Síndrome de Baco: Trastorno del comportamiento un poco obsesivo y un tanto compulsivo, que normalmente afecta a las personas con un avanzado conocimiento de sumillería, quienes gustan de compartir su talento. Se caracteriza por la acumulación de aquellos vinos más apreciados y la imposibilidad de retirarlos de su carta, llegando a ocupar todo el espacio disponible de la bodega y abrumar al cliente con su excelente oferta, por lo que frecuentemente se hace necesario su asesoramiento.

De bar de tapas y almuerzos para camioneros a restaurante de gran nivel. De no saber abrir las botellas de vino, a hacer cursos de cata y finalmente sacarse la titulación de sumillería en el CDT Castellón, para poder estar a la altura de lo que su restaurante requería.

Rosalia Gonell Porcar, más conocida como Sali, enamorada de su trabajo, le gustaría tener menos vinos en su carta, pero no puede, le apasiona el mundo del vino … “Síndrome de Baco”. Es el amor y la profesionalidad que demuestra con su amplia carta de vinos.

En su carta destacan los vinos de Castelló, de los que es gran defensora. Siempre suele aconsejar vinos de la tierra, sin dejar de lado a todas las demás zonas vinícolas de España. También tienen cabida los vinos en botella magnum y formatos especiales pequeños para no dejar a ningún comensal sin su copa de vino para acompañar las comidas.

Trabajo de sala y cocina de gran nivel. Aquí hay cocina de verdad, muy bien acompañada de sus grandes vinos. Es primordial la mano de Vicente en cocina y la de Sali en la sala, muy compenetrados en su trabajo, y que uno es el complemento del otro. Para nuestra comida, Sali nos ofreció un vermut de entrada, para abrir el apetito. Y para la comida dos vinos tintos, los dos de la D.O. Campo de Borja, y aunque diferentes, de la misma bodega, Bodegas Borsao.

Primero Zarihs 2015, 100% syrah, potente impresión de moras, con un toque de vainilla dulce. La nariz comienza a abrirse y destacan notas de chocolate negro, con aromas balsámicos de fruta negra y tostados. En boca es untuoso, con taninos suaves, moras y ciruelas y una nota de café. Una syrah que sorprende, que no te deja indiferente, se nota la mano de los dos enólogos, Chris Ringland y José Luis Chueca.

A continuación, Tres Picos 2016, 100% garnacha, con una gran concentración de aromas de frutas rojas maduras y matices florales, en boca es estructurado y golosos, con toques de cuero y vainilla, tanino dulce y sedoso. Es el único vino incluido durante 3 años consecutivos en la lista de los 10 vinos con mejor relación calidad/precio del mundo de The Wine Advocate, la revista abanderada por Robert Parker.

Rematamos la comida con unas infusiones naturales, de las montañas de nuestra provincia.

No duden en adentrarse en el restaurante Cremor, van a salir gratamente sorprendidos.