Castelló al mes

Restaurante Quesomentero - Vila-real

Quesomentero Cheese bar (Vila-real)

La felicidad entre quesos

 

Este mes nos desplazamos hasta Vila-real para descubrir un lugar único para comer. En toda la provincia no encontramos un rincón igual a este. Hoy visitamos Quesomentero Cheese Bar. Este establecimiento que apenas lleva abierto siete meses se ha convertido en un referente para la zona; tanto es así que los fines de semana trabajan bajo reserva. Este restaurante es el resultado de la trayectoria de su propietario Alberto Javier Santos quien hace unos años decidió crear el blog Quesomentero donde el queso era el eje conductor de todos sus contenidos, además ha participado como jurado y catador en numerosas ferias a nivel nacional y también ha iniciado un proyecto para formar una guía de quesos españoles. 

Al abrir la puerta todos los aromas que desprenden el centenar de variedades de quesos que tienen actualmente nos envuelven y nos transportan a una fantasía olfativa que todos los amantes de este producto querrán experimentar. Los perfumes embriagadores brotan de un expositor repleto de diferentes piezas que conforman un lienzo de tonalidades ambarinas que invita a ser contemplado. 

Sara Andreu, copropietaria del establecimiento, nos recibe y nos muestra los diferentes espacios. Encontramos una sección en la entrada con diversos toneles para poder tomar un aperitivo, un primer ambiente enfrente de la barra con cinco mesas para parejas; y al fondo, un comedor más grande con ocho mesas para aproximadamente unos treinta comensales. La decoración está relacionada con el prado donde pacen los ganados, con paredes de hierba, un cercado de madera a modo de cenefa y ornamentos decorativos como cencerros o lecheras. La mantelería está logotipada en papel y es individual y la vajilla es de estilo rústico con un diseño geométrico y colorido. Todo ello le da un toque divertido e informal a la sala creando un ambiente muy acogedor.

Quesomentero Cheese Bar es un restaurante atípico donde no encontramos elaboraciones propias de un chef, sino más bien se trata de un lugar para disfrutar y degustar todas las propuestas que nos hace Alberto Javier Santos en sus platos donde el queso es el producto estrella. Y es que basta con escucharle hablar unos segundos sobre su oferta para darnos cuenta que estamos ante un apasionado del queso. Su oferta gastronómica se divide en seis secciones relacionadas con el queso: ensaladas, tostas, panmenteros, tablas de quesos, fundibles con diferentes fondues y postres. Pero además, también encontramos unas tablas de jamón ibérico o embutido y una sección de conservas. Nosotros nos dejamos llevar por sus recomendaciones y nos sentamos a la mesa.

 

Ensalada de lechugas vivas con Burrata di Corato, tomates cherry, piñones tostados y vinagreta de tapenade.

Este plato nos sorprende por su frescura. La ensalada está compuesta por una lechuga viva que es recolectada de una maceta en el momento que entra la comanda en la cocina. A la hora de emplatar, les quitan la raíz, las lavan y dejan las hojas enteras ya que no son de gran tamaño. Se trata de una lechuga de la variedad Salanova, tersa y suave en boca. Esta ensalada es de baja disponibilidad ya que el queso Burrata di Corato que la acompaña es muy exclusivo y solo disponen de ocho piezas semanales. Es un queso italiano de leche pasteurizada de vaca, de pasta fina y fibrosa que recuerda a la mozzarella. Tiene una forma globosa, como una especie de bolsa atada en su extremo superior, por fuera es tierno y mantecoso y el interior permanece en un estado semilíquido dotándole de untuosidad. El aderezo de la vinagreta de tapenade elaborada con aceituna negra potencia el sabor del conjunto.

 

Ensalada de lechugas vivas con Mascarpone a la sal rosa, vinagreta de miel, pasas, pipas y jamón de pato.

Encontramos una cama de lechugas vivas sobre la cual reposan dos piezas de Mascarpone, afinados en el restaurante. Tiene una textura cremosa y un sabor lácteo intenso, acentuado por la sal rosa del Himalaya. El aderezo de la vinagreta de miel es perfecto, así como los matices crujientes de los frutos secos. Las láminas de magret de pato curado son exquisitas.

 

Tabla de quesos

El restaurante cuanta con más de 120 tipos de queso. Alberto va cambiando algunos de ellos cada tres meses, es él mismo el que atiende a las mesas preguntando qué variedad de quesos prefiere el comensal para después aconsejarle sobre unos u otros. A nosotros nos presenta una tabla compuesta por cinco tipos de queso, un acompañamiento de membrillo, frutos secos y una selección de mermeladas, así como una cesta de diferentes panes: de cúrcuma y curry, de pasas, de tinta de calamar y de espinacas.

· Saint Angel Triple Crema: queso francés de leche de vaca, con una fina corteza blanca y esponjosa, tiene una textura especialmente cremosa por su triple crema que se funde en la boca como si fuera mantequilla, dejando un regusto de leche condensada.

· Sainte-Maure de Touraine: queso francés elaborado con leche de cabra. Se trata de un cendré, queso fresco que madura tras haberle espolvoreado sal y ceniza en su exterior, así este pierde la humedad de su interior. Otra particularidad es que tiene forma de tronco y le atraviesa una paja donde se encuentra el número del productor, característica que indica que ha sido elaborado artesanalmente. El queso es muy aromático, de olor caprino. En boca es ligeramente salado, rancio y cítrico, dejando un toque picante durante unos segundos en el paladar.

· Dziugas: queso lituano de leche de vaca parecido al famoso parmesano, pasta dura y madurado un mínimo de 12 meses. Se deshace en la boca y tiene un aroma y sabor intenso. Cortado en lascas.

· Époisses de Bourgogne: queso francés de leche de vaca cruda, de maduración lenta. Es conocido como uno de los quesos más “apestosos” que se fabrican. Alberto nos cuenta la leyenda de que en Francia prohibieron llevarlos en el transporte público por su potente olor. Esto es debido a que en su elaboración  lavan su corteza varias veces con una solución de salmuera y aguardiente lo que hace que la corteza se vuelva pegajosa y maloliente. Es de pasta flexible y untuosa, a pesar de que el olor pueda parecer fuerte tiene un sabor excepcional.

· Gamonéu: queso asturiano, es un queso azul sin ser de este color ya que las vetas del hongo penicillium aparecen en pocas ocasiones. Está elaborado con leche de vaca, oveja y cabra. Presenta un sabor muy suave por el centro que se va incrementando cuando nos acercamos a la corteza.

 

Panmenteros

Nos sirven dos panes molletes, cortan la superficie en forma de cuadrícula y por los orificios resultantes añaden queso haciendo que este se funda en el horno. Probamos el español con queso Arzoa-Ulloa y jamón ibérico y el francés con queso Comté y foie fresco. El resultado es un bocado muy interesante, con la suavidad del queso fundido y el toque de los diferentes ingredientes dependiendo de la variedad elegida.

 

Camembert fundido

Pieza de camembert horneada en cazuela y presentada en la misma, acompañada de frutos deshidratados, frutos secos y picos de pan. Una delicia.

 

Tosta Morbier

Rebanada de pan de cereales tostada con queso Morbier fundido. Este queso francés  tiene una característica línea de ceniza de carbón vegetal que separa las dos leches con la que fue elaborado el queso. La textura es elástica y tiene un sabor mantecoso.

 

Postres

Probamos su versión de la tarta de queso con mermelada de arándonos, presentada por separado para que el comensal elabore cada bocado a su gusto. En el plato encontramos por una parte la base de galletas desmenuzada, por otra parte una bola de crema de queso y finalmente unas cucharadas de mermelada de arándanos. Además, degustamos un suave tiramisú presentado en tarro de cristal y una ricotta con miel y almendras tostadas con un sabor muy agradable.

 

Quesomentero Cheese Bar es algo más que un restaurante, realizan cursos de catas y clases de iniciación. También apuestan por el compromiso social destinando un euro de cada cuenta para colaborar con la Asociación Conquistando Escalones. Como vemos es un lugar para aprender, conocer, compartir, probar, saborear, un lugar donde sus dueños lo que más valoran es que cuando oyen a la gente hablar, hablan de queso. Y es que Alberto y Sara son unos jóvenes que han construido un proyecto muy bonito por el que apuestan y en el que creen firmemente, y sobre todo donde han encontrado la felicidad.

 

Quesomentero Cheese Bar

Pare Molina, 5. Vila-real

Teléfono: 606 14 08 30